jueves, 2 de enero de 2014

Las TIC en el aula ¿realidad o ficción?

Durante las últimas semanas he estado realizando la tarea de pedagogía sobre el uso de las TIC en el centro de práctica. Esto me ha hecho reflexionar sobre si las TIC se aplican tanto como se piensa.  Además, en los medios de comunicaión podemos ver gran cantidad de noticias sobre las nuevas tecnologías, en donde nos hablan de las ventajas que éstas tienen, especialmente en el ámbito de la educación. 

Indudablemente son más atractivos, pues están llenos de colores, sonidos y personajes que se mueven, por lo que motivan al alumnado. Además, gracias a ellas el alumno es el protagonista de su propio aprendizaje, ya que aprenden a buscar y a contrastar información. También podemos acercar la realidad a los niños, ya que pueden ver animales o paisajes que  se encuentran a miles de kilómetros con un solo clic. Pero estas son sólo algunas de sus muchas ventajas, aunque para mí la más importante es que el niño aprende mientras se divierte.

Todo parece apuntar que las nuevas tecnologías son un recurso educativo muy importante y que deben incorporarse al aula, pues serán beneficiosas tanto para los alumnos como para el propio profesor. Sin embargo, no puedo evitar realizarme una pregunta ¿están realmente los profesores preparados para la escuela del siglo XXI?
Desde mi propia experiencia  (en mis años de colegio e instituto) he podido comprobar que el aula ALTHIA sólo se utiliza en la asignatura de Informática, en la que se enseña a los alumnos a manejar Word, Excel y algún que otro programa, pero en ningún momento se ha utilizado como herramienta para buscar información sobre Historia u otra asignatura, y mucho menos para buscar cuentos interactivos o juegos educativos online.  Por parte parte, el maestro sólo usaba el ordenador para mostrarnos videos de algún tema concreto y poco más. 

Sin embargo, no hace falta recordar mis años de colegio para comprobar que las nuevas tecnologías no se usan tanto como se piensa. En la Facultad de Educación las pizarras digitales adornan literalmente las paredes e incluso, en algunas aulas son un estorbo, ya que se colocan encima de las pizarras tradicionales, las cuales si se siguen usando día a día. Algunos profesores han llegado a admitirnos que no saben cómo se usan pero reconocen que son muy útiles. El material tecnológico por excelencia es el Power Ponit. Estoy segura de que muchos profesores no encenderían el ordenador  si no fuera porque van a mostrarnos un Power.
Es verdad que hace tiempo que deje atrás el colegio y actualmente existen más recursos tecnológicos en el mercado. Sin embargo, gracias a la experiencia en el centro de prácticas me he dado cuenta de que esta situación no ha cambiado tanto como yo pensaba. En el centro en el que estoy solo cuentan con una pizarra para Primaria, la cual no es muy utilizada. En Educación Infantil sólo cuentan con un proyector ubicada en el aula de mayor tamaño, por lo tanto, los profesores tienen que rotar por las aulas para poder usarla.
Desde mi punto de vista, es muy difícil que las nuevas generaciones de maestros apliquen nuevas metodologías innovadoras en el aula si a ellos les enseñaron con el método tradicional. No basta con nombrarnos los recursos tecnológicos que podemos utilizar con los niños, necesitamos que nos muestren qué podemos hacer con ellas y si de verdad funcionan y motivan tanto al alumnado como nos hacen creer. Sólo si despiertan nuestra curiosidad y motivación por ellas, tenderemos a considerarlas en nuestro futuro docente como un recurso educativo muy importante y de gran valor. 

Ahora bien, el factor económico es muy importante, pues si en el centro no se cuentan con los medios apropiados los profesores no estan motivados ni se interesan por su uso. Sin embargo, hay que alavar la labor de aquellos profesores que, a pesar de tener pocos recursos, son capaces de exprimirlos al maximo. Es el ejemplo del tutor que tengo en el centro de prácticas, el cual crea sus propios juegos interactivos a pesar de disponer unicamente de un cañon de proyección.

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